LETREROS EN CAMIONES Dicen los que han leído la Crónica que en tiempos de Fernando el Santo, allá por los años de mil docientos y pico,el toledano Diego Pérez de Vargas una especie de Hércules no tan a la antigua, después de haber inutilizado su lanza y su espada matando moros, y no teniendo mas armas de que echar mano, desgajo de una oliva una gruesa rama con la que se metió en lo mas tupido de la refriega.
Comen-so a blandir su garrote a diestro y siniestro de manera que al que alcanzaba un golpe no había menester mas.Con aquel palo hiso cosas que jamas hubiera podido ejecutar con las armas.
Don Albar Pérez, entusiasmado con las porradas que le oía dar, gritaba.
´´ Así, así, Diego, machuca,machuca.
Desde entonces llamaron a ese buen señor don Diego Machuca, apellido que conservan los de su linaje, y que paresen haber heredado tambien nuestros chóferes de camiones ´´materialistas, de autobuses y repartidores.
LE DISE QUÍTATE BURRO QUE TE APACHURRO Y CONTESTAN VOY A MISA.
TODOS AL MORIR SE ESTIRAN,ABRANLA-PIOJOS-QUE-AI VA-EL PEINE
NO SOY DOLAR PERO SUVO
LAS MUJERES MI DELIRIO Y LOS PEATONES MI MARTIRIO
ME RESCO MAS PERO CON TIGO CONFORMO
EN CADA BIAJE UN AMOR.......TIGUADOR
CONTINUARA.
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