NACIONAL

Repudian ataque del casino en Monterrey
NOTITAM Informa.
 

Un pantalón de mezclilla montado en un palo con un moño de regalo rojo sobresale entre una multitud vestida de blanco y reunida en la Explanada de los Héroes.

"Para: Rodrigo. De: El Pueblo. Te hacen falta", reza la leyenda escrita a mano sobre un par de fólders.

La de hoy no es una manifestación como otras ocurridas en el último año en contra de la incesante escalada de violencia.

Esta vez la plaza arde no sólo por los casi 40 grados centígrados y el sol aplastante, sino también por la indignación de una sociedad que el pasado jueves perdió 52 vidas inocentes a manos del crimen organizado que mantiene al Estado en la peor crisis de seguridad en su historia moderna.

"Estamos hartos de sentir miedo", grita un joven que más tarde repetiría la frase desde el micrófono.

La concentración convocada por organismos civiles para decir "Hasta Aquí" a la indiferencia, la corrupción, la impunidad y las muertes violentas se ha convertido a los pocos minutos de haber iniciado en un juicio sumario contra el Mandatario estatal en el que la mayoría de los aproximadamente dos mil asistentes han improvisado un sonoro y reiterado "¡Fuera, Medina!".

Un grupo de unas 30 personas formado en su mayoría por mujeres provenientes de la Colonia La Alianza y encabezado por el líder de colonos Arturo Ruiz intenta emparejar los cartones con pancartas que exigen la renuncia del Presidente Felipe Calderón.

"Renuncia, Calderón, Renuncia Calderón", grita sin cesar una mujer que levanta una fotografía digitalizada con el rostro del Ejecutivo federal puesto encima de la cara de un detenido por dos elementos de la Marina.
"Para Vivir Mejor que Renuncie Calderón", señala otra pancarta impresa a color con el logo del Gobierno federal.

Los intentos de los organizadores por hacer una manifestación apartidista quedaron rebasados desde antes que iniciara formalmente el evento.

En más de una ocasión, los coordinadores que portan un listón púrpura en el brazo han tomado el micrófono para llamar la atención de los asistentes que han protagonizado conatos de bronca entre los pocos grupos que piden la salida de Calderón y la mayoría que exige la renuncia de Medina.

"Tenemos que estar unidos y no dejar que el enemigo se nos infiltre", advierte una mujer.

Pero el evento ya ha sido rebasado.

"Quedamos que sería apartidista", advierte Tatiana Clouthier, ex panista e integrante de la asociación civil Evolución Mexicana ­uno de los organismos convocantes­ a Indira Kempis, integrante de Contingente Monterrey, quien le pide su opinión sobre la insistencia de Javier Livas para usar el micrófono.

"Él es panista", enfatiza la ex Diputada federal y ex candidata independiente por Nueva Alianza a la Alcaldía de San Pedro.

"Ya está secuestrado, vámonos, ya secuestraron el evento", repite otra integrante de Evolución Mexicana, mientras recoge los zapatos colocados en la escalinata principal del Palacio de Gobierno a manera de protesta por las víctimas del Royale.

Una veintena de manifestantes golpea la enorme puerta principal de madera del Palacio de Gobierno y hace tambalear un moño negro que pende de la parte alta en señal de luto.

"Tomemos el Palacio, túmbenla, túmbenla", gritan, mientras los fotógrafos de medios locales, nacionales e internacionales se amontonan para tratar de captar el momento que nunca llegaría.

La masa no los apoya, la mayoría de los asistentes reprueba la acción al grito de "No a la Violencia".

Minutos después, cinco policías estatales que se colocan en el acceso desprovistos de equipo antimotines terminarían de disuadir a los rebeldes.

A las 19:30 horas, cuando los organizadores se han ido, unos 300 ciudadanos permanecen en la Explanada de los Héroes y usan las escaleras como tribuna para dar mensajes que no rebasen los dos minutos.

Piden volver a los valores en el seno de la familia, denunciar a los delincuentes y fomentar la responsabilidad social.

"Nosotros somos el patrón, nosotros somos los dueños de esta Ciudad y de este País, y tenemos que tomar esas responsabilidad. El poder es de nosotros", dice una mujer.

A las 20:30 horas, la luz cede y los poco más de 100 asistentes que todavía quedan dan por terminada la manifestación con el compromiso de volver la siguiente semana.

"Muchos discursos, ¿ahora qué sigue?", pregunta María Teresa Martínez.
"Organizarnos", le responde una joven, "organizarnos".

AGENCIA REFORMA