sábado, 3 de marzo de 2012

DEPORTES

Cruz Azul fue una "maquina" ofensiva: 4-3


CIUDAD DE MÉXICO (Sábado 3 de marzo).- Cruz Azul tenía sed de una revancha consigo mismo después de la exhibición en Morelia, y lograron lavar su herida frente a un Monterrey que ofreció resistencia, pero no pudo evitar la ejecución y cayó por 3-2 en su visita al Estadio Azul.
Los primeros 15 minutos fueron de estudio, las fuerzas estaban parejas, sólo la picardía sería capaz de abrir la muralla que custodiaba el cero en ambas porterías. El hombre pícaro fue un viejo conocido de la afición celeste, ese que antes les dio alegría, ahora les daba el primer golpe al corazón con un desborde por la derecha del área que concluyó con un remate en el centro del área cortesía de Aldo de Nigris al 19’.
Los locales intentaron responder de inmediato y la carencia sudamericana volvió a hacerse presente para empatar el juego: Maranhao ingresó en diagonal por la izquierda hacia el área, donde su camino fue interrumpido por la pierna de un zaguero. El árbitro Zanjuampa decretó ejecución desde los once pasos. Christian Chaco Giménez se encargó de “fusilar” con un disparo pegado al poste contrario al que el portero Orozco había elegido para lanzarse.
Para el segundo tiempo, los tiros de esquina fueron veneno puro para los visitantes. Primero, al 53’, Jair Pereira se elevó dentro del área y peinó el balón hacia el segundo poste, donde el Chaco llegó puntual para estirar la pierna derecha y marcar el 2-1. Apenas cuatro minutos después, Omar Bravo marcó de cabeza el tercero después de un centro desde la esquina izquierda de Maranhao.
Pero la historia guardaba más emociones, pues los Rayados recibieron una inyección de vida al 69’ gracias a un disparo, desde el último tercio de la cancha, de parte de Humberto Suazo. El balón pegó en la espalda de Néstor Araujo y pasó lejos del alcance de Jesús Corona.
Alguien faltaba de hacerse presente en el marcador: Emanuel Villa no podía dejar el Azul sin poner su granito de arena. La ocasión llegó a al 82 cuando Javier Aquino, que había ingresado para el segundo tiempo, lanzó una presa desde la banda derecha, misma que Omar Bravo conectó de cabeza, pero el destino quiso que Orozco evitara la caída de su marco, al menos en primera instancia porque el Tito Villa llegó para rematar con el pie y poner el 4-2.
En la agonía del juego, Ángel Reyna demostró que el visitante no bajaría los brazos, y puso el balón justo para la llegada de José María Basanta, quien de cabeza puso cifras definitivas al 94'.

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